“Yo dije: Jehová, ten misericordia de míSana mi alma, porque contra ti he pecado”
— Salmos 41:4
“Él les dijo: Sin duda me diréis este refrán: Médico, cúrate a ti mismo; de tantas cosas que hemos oído que se han hecho en Capernaum, haz también aquí en tu tierra”
— Lucas 4:23
“Así también la lengua es un miembro pequeño, pero se jacta de grandes cosas. He aquí, ¡cuán grande bosque enciende un pequeño fuego”
— Santiago 3:5
“Pero una mujer que padecía de flujo de sangre desde hacía doce años, que había gastado en médicos todo cuanto tenía, por ninguno había podido ser curada”
— Lucas 8:43
“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermoSáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen”
— Salmos 6:2
“Id, pues, aprended lo que significa: Misericordia quiero, no sacrificio. Porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento”
— Mateo 9:13
“Porque ciertamente vosotros sois fraguadores de mentiraSois todos vosotros médicos nulos”
— Job 13:4
“Pero los cobardes incrédulos, los abominables homicidas, los fornicarios hechiceros, los idólatras todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego azufre, que es la muerte segunda”
— Apocalipsis 21:8
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“Habrá grandes terremotos, en diferentes lugares hambres pestilencias; habrá terror grandes señales del cielo”
— Lucas 21:11
“Pasando Jesús de allí, vio a un hombre llamado Mateo, que estaba sentado al banco de los tributos públicos, le dijo: Sígueme. se levantó le siguió”
— Mateo 9:9
“Porque la palabra de Dios es viva eficaz, más cortante que toda espada de dos filos; penetra hasta partir el alma el espíritu, las coyunturas los tuétanos, discierne los pensamientos las intenciones del corazón”
— Hebreos 4:12
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
— Filipenses 4:19
“Respondiendo Jesús, les dijo: Los que están sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”
— Lucas 5:31
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”
— Santiago 5:14
“Los ojos de ellos fueron abiertos. Jesús les encargó rigurosamente, diciendo: Mirad que nadie lo sepa”
— Mateo 9:30
“En medio de la calle de la ciudad, a uno otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
— Apocalipsis 22:2
“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”
— Éxodo 15:26
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”
— Santiago 5:16
“Cuando vieron esto los fariseos, dijeron a los discípulos: ¿Por qué come vuestro Maestro con los publicanos pecadores?”
— Mateo 9:11
“Jesús le dijo: Yo soy el camino, la verdad, la vida; nadie viene al Padre, sino por mí”
— Juan 14:6
“De cierto os digo que todo lo que atéis en la tierra, será atado en el cielo; todo lo que desatéis en la tierra, será desatado en el cielo”
— Mateo 18:18
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”
— Apocalipsis 1:1
“Ved ahora que yo, yo soyY no hay dioses conmigoYo hago morir, yo hago vivirYo hiero, yo sanoY no hay quien pueda librar de mi mano”
— Deuteronomio 32:39
“Porque él es quien hace la llaga, él la vendaráÉl hiere, sus manos curan”
— Job 5:18
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, queda sana de tu azote”
— Marcos 5:34
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida”
— Juan 8:12
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Me llevó en el Espíritu a un monte grande alto, me mostró la gran ciudad santa de Jerusalén, que descendía del cielo, de Dios”
— Apocalipsis 21:10
“He aquí que yo les traeré sanidad medicina; los curaré, les revelaré abundancia de paz de verdad”
— Jeremías 33:6
“Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos. No he venido a llamar a justos, sino a pecadores”
— Marcos 2:17
“Con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús, abundante gracia era sobre todos ellos”
— Hechos 4:33
“Sáname, oh Jehová, seré sano; sálvame, seré salvo; porque tú eres mi alabanza”
— Jeremías 17:14
“En ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos”
— Hechos 4:12
“Casi todo es purificado, según la ley, con sangre; sin derramamiento de sangre no se hace remisión”
— Hebreos 9:22
“Había sufrido mucho de muchos médicos, gastado todo lo que tenía, nada había aprovechado, antes le iba peor”
— Marcos 5:26
“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”
— Mateo 14:14
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Porque vosotros sabéis perfectamente que el día del Señor vendrá así como ladrón en la noche”
— 1 Tesalonicenses 5:2
“Leví le hizo gran banquete en su casa; había mucha compañía de publicanos de otros que estaban a la mesa con ellos”
— Lucas 5:29
“Un ángel poderoso tomó una piedra, como una gran piedra de molino, la arrojó en el mar, diciendo: Con el mismo ímpetu será derribada Babilonia, la gran ciudad, nunca más será hallada”
— Apocalipsis 18:21
“¿No hay bálsamo en Galaad? ¿No hay allí médico? ¿Por qué, pues, no hubo medicina para la hija de mi pueblo?”
— Jeremías 8:22
“La oración de fe salvará al enfermo, el Señor lo levantará; si hubiere cometido pecados, le serán perdonados”
— Santiago 5:15
“Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, él bendecirá tu pan tus aguas; yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti”
— Éxodo 23:25
“El corazón alegre constituye buen remedioMas el espíritu triste seca los huesos”
— Proverbios 17:22
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
— Isaías 41:10
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre”
— Juan 10:29
“Le seguía gran multitud, porque veían las señales que hacía en los enfermos”
— Juan 6:2
“Ya no bebas agua, sino usa de un poco de vino por causa de tu estómago de tus frecuentes enfermedades”
— 1 Timoteo 5:23
“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolorMullirás toda su cama en su enfermedad”
— Salmos 41:3
“Mucha franqueza tengo con vosotros; mucho me glorío con respecto de vosotros; lleno estoy de consolación; sobreabundo de gozo en todas nuestras tribulaciones”
— 2 Corintios 7:4
“Por cuanto todos pecaron, están destituidos de la gloria de Dios”
— Romanos 3:23
“Os saluda Lucas el médico amado, Demas”
— Colosenses 4:14
“Porque el Hijo del Hombre ha venido para salvar lo que se había perdido”
— Mateo 18:11
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración ruego, con acción de gracias”
— Filipenses 4:6
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
— Filipenses 4:13
“Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros”
— Romanos 5:8
“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”
— Jeremías 30:17
“Al oír esto Jesús, les dijo: Los sanos no tienen necesidad de médico, sino los enfermos”
— Mateo 9:12
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
— 1 Corintios 10:13
“Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; le siguió mucha gente, sanaba a todos”
— Mateo 12:15
“En el principio era el Verbo, el Verbo era con Dios, el Verbo era Dios”
— Juan 1:1
“Solo Lucas está conmigo. Toma a Marcos tráele contigo, porque me es útil para el ministerio”
— 2 Timoteo 4:11
“Porque el Hijo del Hombre vino a buscar a salvar lo que se había perdido”
— Lucas 19:10
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Recorría Jesús todas las ciudades aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”
— Mateo 9:35
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”
— Mateo 4:23
“Porque nada hay imposible para Dios”
— Lucas 1:37
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Porque de su plenitud tomamos todos, gracia sobre gracia”
— Juan 1:16
“En el año treinta nueve de su reinado, Asa enfermó gravemente de los pies, en su enfermedad no buscó a Jehová, sino a los médicos”
— 2 Crónicas 16:12
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
— Juan 16:33
“Estad quietos, conoced que yo soy DiosSeré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra”
— Salmos 46:10
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10