“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Sáname, oh Jehová, seré sano; sálvame, seré salvo; porque tú eres mi alabanza”
— Jeremías 17:14
“Aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre de disentería; entró Pablo a verle, después de haber orado, le impuso las manos, le sanó”
— Hechos 28:8
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:8
“Recorría Jesús todas las ciudades aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”
— Mateo 9:35
“Entonces uno de ellos, viendo que había sido sanado, volvió, glorificando a Dios a gran voz”
— Lucas 17:15
“Convertíos, hijos rebeldes, sanaré vuestras rebeliones. He aquí nosotros venimos a ti, porque tú eres Jehová nuestro Dios”
— Jeremías 3:22
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”
— Santiago 5:14
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
— Filipenses 4:19
“Él es quien perdona todas tus iniquidadesEl que sana todas tus dolencias”
— Salmos 103:3
“Quien llevó él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, estando muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por cuya herida fuisteis sanados”
— 1 Pedro 2:24
“Entonces, cuando la mujer vio que no había quedado oculta, vino temblando, postrándose a sus pies, le declaró delante de todo el pueblo por qué causa le había tocado, cómo al instante había sido sanada”
— Lucas 8:47
“El Espíritu de Jehová el Señor está sobre mí, porque me ungió Jehová; me ha enviado a predicar buenas nuevas a los abatidos, a vendar a los quebrantados de corazón, a publicar libertad a los cautivos, a los presos apertura de la cárcel”
— Isaías 61:1
“Entonces Jesús dijo al centurión: Ve, como creíste, te sea hecho. su criado fue sanado en aquella misma hora”
— Mateo 8:13
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
— Romanos 8:1
“Aquel Verbo fue hecho carne, habitó entre nosotros (vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia de verdad”
— Juan 1:14
“Vuelve, di a Ezequías, príncipe de mi pueblo: Así dice Jehová, el Dios de David tu padre: Yo he oído tu oración, he visto tus lágrimas; he aquí que yo te sano; al tercer día subirás a la casa de Jehová”
— 2 Reyes 20:5
“A otro, fe por el mismo Espíritu; a otro, dones de sanidades por el mismo Espíritu”
— 1 Corintios 12:9
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Tomarán en las manos serpientes, si bebieren cosa mortífera, no les hará daño; sobre los enfermos pondrán sus manos, sanarán”
— Marcos 16:18
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia”
— Mateo 10:1
“Jesucristo es el mismo ayer, hoy, por los siglos”
— Hebreos 13:8
“Al ponerse el sol, todos los que tenían enfermos de diversas enfermedades los traían a él; él, poniendo las manos sobre cada uno de ellos, los sanaba”
— Lucas 4:40
“Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, él bendecirá tu pan tus aguas; yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti”
— Éxodo 23:25
“Por tanto, nosotros también, teniendo en derredor nuestro tan grande nube de testigos, despojémonos de todo peso del pecado que nos asedia, corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”
— Hebreos 12:1
“Yo sanaré su rebelión, los amaré de pura gracia; porque mi ira se apartó de ellos”
— Oseas 14:4
“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”
— Éxodo 15:26
“Ved ahora que yo, yo soyY no hay dioses conmigoYo hago morir, yo hago vivirYo hiero, yo sanoY no hay quien pueda librar de mi mano”
— Deuteronomio 32:39
“Muchas son las aflicciones del justoPero de todas ellas le librará Jehová”
— Salmos 34:19
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
— 1 Corintios 10:13
“Entonces nacerá tu luz como el alba, tu salvación se dejará ver pronto; irá tu justicia delante de ti, la gloria de Jehová será tu retaguardia”
— Isaías 58:8
“Me ha dicho: Bástate mi gracia; porque mi poder se perfecciona en la debilidad. Por tanto, de buena gana me gloriaré más bien en mis debilidades, para que repose sobre mí el poder de Cristo”
— 2 Corintios 12:9
“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo con poder a Jesús de Nazaret, cómo este anduvo haciendo bienes sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”
— Hechos 10:38
“Quitará Jehová de ti toda enfermedad; todas las malas plagas de Egipto, que tú conoces, no las pondrá sobre ti, antes las pondrá sobre todos los que te aborrecieren”
— Deuteronomio 7:15
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; ve en paz”
— Lucas 8:48
“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”
— Romanos 12:12
“El corazón alegre constituye buen remedioMas el espíritu triste seca los huesos”
— Proverbios 17:22
“Jehová Dios míoA ti clamé, me sanaste”
— Salmos 30:2
“Aconteció un día, que él estaba enseñando, estaban sentados los fariseos doctores de la ley, los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea, de Judea Jerusalén; el poder del Señor estaba con él para sanar”
— Lucas 5:17
“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”
— Jeremías 30:17
“A unos puso Dios en la iglesia, primeramente apóstoles, luego profetas, lo tercero maestros, luego los que hacen milagros, después los que sanan, los que ayudan, los que administran, los que tienen don de lenguas”
— 1 Corintios 12:28
“Toda la gente procuraba tocarle, porque poder salía de él sanaba a todos”
— Lucas 6:19
“He aquí que yo les traeré sanidad medicina; los curaré, les revelaré abundancia de paz de verdad”
— Jeremías 33:6
“Entonces fue traído a él un endemoniado, ciego mudo; le sanó, de tal manera que el ciego mudo veía hablaba”
— Mateo 12:22
“Cuando la gente lo supo, le siguió; él les recibió, les hablaba del reino de Dios, sanaba a los que necesitaban ser curados”
— Lucas 9:11
“Envió su palabra, los sanólos libró de su ruina”
— Salmos 107:20
“Viendo esto Pedro, respondió al pueblo: Varones israelitas, ¿por qué os maravilláis de esto?, ¿o por qué ponéis los ojos en nosotros, como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este?”
— Hechos 3:12
“Cuando llegó la noche, trajeron a él muchos endemoniados; con la palabra echó fuera a los demonios, sanó a todos los enfermos”
— Mateo 8:16
“El ladrón no viene sino para hurtar matar destruir; yo he venido para que tengan vida, para que la tengan en abundancia”
— Juan 10:10
“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“Ten misericordia de mí, oh Jehová, porque estoy enfermoSáname, oh Jehová, porque mis huesos se estremecen”
— Salmos 6:2
“Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca establezca”
— 1 Pedro 5:10
“Recorrió Jesús toda Galilea, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”
— Mateo 4:23
“Sabiendo esto Jesús, se apartó de allí; le siguió mucha gente, sanaba a todos”
— Mateo 12:15
“Si se humillare mi pueblo, sobre el cual mi nombre es invocado, oraren, buscaren mi rostro, se convirtieren de sus malos caminos; entonces yo oiré desde los cielos, perdonaré sus pecados, sanaré su tierra”
— 2 Crónicas 7:14
“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”
— Santiago 5:16
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
— Isaías 41:10
“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados”
— Romanos 8:28
“Mas a vosotros los que teméis mi nombre, nacerá el Sol de justicia, en sus alas traerá salvación; saldréis, saltaréis como becerros de la manada”
— Malaquías 4:2
“Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve”
— Hebreos 11:1
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores; nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios abatido”
— Isaías 53:4
“Dondequiera que entraba, en aldeas, ciudades o campos, ponían en las calles a los que estaban enfermos, le rogaban que les dejase tocar siquiera el borde de su manto; todos los que le tocaban quedaban sanos”
— Marcos 6:56
“Saliendo, pasaban por todas las aldeas, anunciando el evangelio sanando por todas partes”
— Lucas 9:6
“De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; aun mayores hará, porque yo voy al Padre”
— Juan 14:12
“Venid volvamos a Jehová; porque él arrebató, nos curará; hirió, nos vendará”
— Oseas 6:1
“En medio de la calle de la ciudad, a uno otro lado del río, estaba el árbol de la vida, que produce doce frutos, dando cada mes su fruto; las hojas del árbol eran para la sanidad de las naciones”
— Apocalipsis 22:2
“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”
— Mateo 14:14