“Confesaos vuestras ofensas unos a otros, orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”
— Santiago 5:16
“Si confesamos nuestros pecados, él es fiel justo para perdonar nuestros pecados, limpiarnos de toda maldad”
— 1 Juan 1:9
“Bienaventurados los que guardan sus testimoniosY con todo el corazón le buscan”
— Salmos 119:2
“Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados”
— 1 Corintios 15:22
“Porque los que viven saben que han de morir; pero los muertos nada saben, ni tienen más paga; porque su memoria es puesta en olvido”
— Eclesiastés 9:5
“El siervo prudente se enseñoreará del hijo que deshonraY con los hermanos compartirá la herencia”
— Proverbios 17:2
“Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron”
— Apocalipsis 21:4
“Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu”
— Romanos 8:1
“Mira que te mando que te esfuerces seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas”
— Josué 1:9
“Mi carne mi corazón desfallecenMas la roca de mi corazón mi porción es Dios para siempre”
— Salmos 73:26
“Mientras callé, se envejecieron mis huesosEn mi gemir todo el día”
— Salmos 32:3
“No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia”
— Isaías 41:10
“Entonces Jesús le dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso”
— Lucas 23:43
“De la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, después de esto el juicio”
— Hebreos 9:27
“Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen”
— Apocalipsis 14:13
“Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidadY en cuyo espíritu no hay engaño”
— Salmos 32:2
“Despreciado desechado entre los hombres, varón de dolores, experimentado en quebranto; como que escondimos de él el rostro, fue menospreciado, no lo estimamos”
— Isaías 53:3
“Cercano está Jehová a los quebrantados de corazónY salva a los contritos de espíritu”
— Salmos 34:18
“Ciertamente llevó él nuestras enfermedades, sufrió nuestros dolores; nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios abatido”
— Isaías 53:4
“Jehová abre los ojos a los ciegosJehová levanta a los caídosJehová ama a los justos”
— Salmos 146:8
“Él le dijo: Hija, tu fe te ha hecho salva; ve en paz, queda sana de tu azote”
— Marcos 5:34
“Saliendo Jesús, vio una gran multitud, tuvo compasión de ellos, sanó a los que de ellos estaban enfermos”
— Mateo 14:14
“Bienaventurados los que lloran, porque ellos recibirán consolación”
— Mateo 5:4
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Estimada es a los ojos de JehováLa muerte de sus santos”
— Salmos 116:15
“La revelación de Jesucristo, que Dios le dio, para manifestar a sus siervos las cosas que deben suceder pronto; la declaró enviándola por medio de su ángel a su siervo Juan”
— Apocalipsis 1:1
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”
— Juan 14:1
“Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 6:23
“Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, por su llaga fuimos nosotros curados”
— Isaías 53:5
“Aunque ande en valle de sombra de muerteNo temeré mal alguno, porque tú estarás conmigoTu vara tu cayado me infundirán aliento”
— Salmos 23:4
“Jehová Dios míoA ti clamé, me sanaste”
— Salmos 30:2
“Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”
— Filipenses 4:13
“Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio autoridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, para sanar toda enfermedad toda dolencia”
— Mateo 10:1
“Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá”
— Juan 11:25
“La esperanza que se demora es tormento del corazónPero árbol de vida es el deseo cumplido”
— Proverbios 13:12
“Sanad a los enfermos que en ella haya, decidles: Se ha acercado a vosotros el reino de Dios”
— Lucas 10:9
“Estuve desnudo, me cubristeis; enfermo, me visitasteis; en la cárcel, vinisteis a mí”
— Mateo 25:36
“Dijo: Si oyeres atentamente la voz de Jehová tu Dios, hicieres lo recto delante de sus ojos, dieres oído a sus mandamientos, guardares todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié a los egipcios te enviaré a ti; porque yo soy Jehová tu sanador”
— Éxodo 15:26
“Pues tengo por cierto que las aflicciones del tiempo presente no son comparables con la gloria venidera que en nosotros ha de manifestarse”
— Romanos 8:18
“No alabarán los muertos a JAHNi cuantos descienden al silencio”
— Salmos 115:17
“Recorría Jesús todas las ciudades aldeas, enseñando en las sinagogas de ellos, predicando el evangelio del reino, sanando toda enfermedad toda dolencia en el pueblo”
— Mateo 9:35
“Sáname, oh Jehová, seré sano; sálvame, seré salvo; porque tú eres mi alabanza”
— Jeremías 17:14
“Les decía: La mies a la verdad es mucha, mas los obreros pocos; por tanto, rogad al Señor de la mies que envíobreros a su mies”
— Lucas 10:2
“Este era en el principio con Dios”
— Juan 1:2
“Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, no de mal, para daros el fin que esperáis”
— Jeremías 29:11
“Mas a Jehová vuestro Dios serviréis, él bendecirá tu pan tus aguas; yo quitaré toda enfermedad de en medio de ti”
— Éxodo 23:25
“Aconteció que el padre de Publio estaba en cama, enfermo de fiebre de disentería; entró Pablo a verle, después de haber orado, le impuso las manos, le sanó”
— Hechos 28:8
“Pues si vivimos, para el Señor vivimos; si morimos, para el Señor morimos. Así pues, sea que vivamos, o que muramos, del Señor somos”
— Romanos 14:8
“Pues sale su aliento, vuelve a la tierraEn ese mismo día perecen sus pensamientos”
— Salmos 146:4
“Alabaré a Jehová en mi vidaCantaré salmos a mi Dios mientras viva”
— Salmos 146:2
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Del fruto de su boca el hombre comerá el bienMas el alma de los prevaricadores hallará el mal”
— Proverbios 13:2
“No seguirás a los muchos para hacer mal, ni responderás en litigio inclinándote a los más para hacer agravios”
— Éxodo 23:2
“Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos, echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia”
— Mateo 10:8
“Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolorMullirás toda su cama en su enfermedad”
— Salmos 41:3
“Los nombres de los doce apóstoles son estos: primero Simón, llamado Pedro, Andrés su hermano; Jacobo hijo de Zebedeo, Juan su hermano”
— Mateo 10:2
“Pero confiamos, más quisiéramos estar ausentes del cuerpo, presentes al Señor”
— 2 Corintios 5:8
“No temáis a los que matan el cuerpo, mas el alma no pueden matar; temed más bien a aquel que puede destruir el alma el cuerpo en el infierno”
— Mateo 10:28
“Mas yo haré venir sanidad para ti, sanaré tus heridas, dice Jehová; porque desechada te llamaron, diciendo: Esta es Sion, de la que nadie se acuerda”
— Jeremías 30:17
“El corazón alegre constituye buen remedioMas el espíritu triste seca los huesos”
— Proverbios 17:22
“Gozosos en la esperanza; sufridos en la tribulación; constantes en la oración”
— Romanos 12:12
“El polvo vuelva a la tierra, como era, el espíritu vuelva a Dios que lo dio”
— Eclesiastés 12:7
“El Dios de esperanza os llene de todo gozo paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo”
— Romanos 15:13
“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“No fortalecisteis las débiles, ni curasteis la enferma; no vendasteis la perniquebrada, no volvisteis al redil la descarriada, ni buscasteis la perdida, sino que os habéis enseñoreado de ellas con dureza con violencia”
— Ezequiel 34:4
“Cómo Dios ungió con el Espíritu Santo con poder a Jesús de Nazaret, cómo este anduvo haciendo bienes sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él”
— Hechos 10:38
“¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, oren por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor”
— Santiago 5:14