“Jesús le dijo: ¿Tanto tiempo hace que estoy con vosotros y aún no me has conocido, Felipe? El que me ha visto a mí, ha visto al Padre; ¿cómo, pues, dices tú: Muéstranos al Padre?”
— Juan 14:9
“Cuando Jesús hubo tomado el vinagre, dijo: Consumado está. Y habiendo inclinado la cabeza, entregó el espíritu.”
— Juan 19:30
“Les dijo: Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres.”
— Mateo 4:19
“A la iglesia de Dios que está en Corinto, a los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos junto con todos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo, Señor de ellos y nuestro.”
— 1 Corintios 1:2
“Respondió entonces Jesús, y les dijo: De cierto, de cierto os digo: No puede el Hijo hacer nada por sí mismo, sino lo que ve hacer al Padre; porque todo lo que el Padre hace, también lo hace el Hijo igualmente.”
— Juan 5:19
“A la hora novena Jesús clamó a gran voz, diciendo: Eloi, Eloi, ¿lama sabactani? que traducido es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
— Marcos 15:34
“Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.”
— 1 Corintios 1:9
“Por lo cual también nosotros sin cesar damos gracias a Dios, de que cuando recibisteis la palabra de Dios que oísteis de nosotros, la recibisteis no como palabra de hombres, sino según es en verdad, la palabra de Dios, la cual actúa en vosotros los creyentes.”
— 1 Tesalonicenses 2:13
“Fiel es el que os llama, el cual también lo hará.”
— 1 Tesalonicenses 5:24
“Los hombres que iban con Saulo se pararon atónitos, oyendo a la verdad la voz, mas sin ver a nadie.”
— Hechos 9:7
“Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho.”
— Juan 1:3
“Si yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio no es verdadero.”
— Juan 5:31
“Si alguno viene a mí, y no aborrece a su padre, madre, mujer, hijos, hermanos, hermanas, y aun también su propia vida, no puede ser mi discípulo.”
— Lucas 14:26
“Jesús fue con ellos. Pero cuando ya no estaban lejos de la casa, el centurión envió a él unos amigos, diciéndole: Señor, no te molestes, pues no soy digno de que entres bajo mi techo.”
— Lucas 7:6
“Ahora está turbada mi alma; ¿qué diré? ¿Padre, sálvame de esta hora? Mas para esto he llegado a esta hora.”
— Juan 12:27
“Pedro les dijo: Arrepentíos, bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados, y recibiréis el don del Espíritu Santo.”
— Hechos 2:38
“Simón Pedro, siervo y apóstol de Jesucristo, a los que habéis alcanzado, por la justicia de nuestro Dios y Salvador Jesucristo, una fe igualmente preciosa que la nuestra.”
— 2 Pedro 1:1
“A lo cual os llamó mediante nuestro evangelio, para alcanzar la gloria de nuestro Señor Jesucristo.”
— 2 Tesalonicenses 2:14
“Descendió el Espíritu Santo sobre él en forma corporal, como paloma, y vino una voz del cielo que decía: Tú eres mi Hijo amado; en ti tengo complacencia.”
— Lucas 3:22
“Aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo.”
— Tito 2:13
“Ahora pues, Padre, glorifícame tú al lado tuyo, con aquella gloria que tuve contigo antes que el mundo fuese.”
— Juan 17:5
“No devolviendo mal por mal, ni maldición por maldición, sino por el contrario, bendiciendo, sabiendo que fuisteis llamados para que heredéis bendición.”
— 1 Pedro 3:9
— 1 Pedro 3:9
“Jesús les dijo: De cierto, de cierto os digo: Antes que Abraham fuese, yo soy.”
— Juan 8:58
“Hasta ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, para que vuestro gozo sea completo.”
— Juan 16:24
“Porque Dios no es Dios de confusión, sino de paz. Como en todas las iglesias de los santos.”
— 1 Corintios 14:33
“Entonces Tomás respondió y le dijo: ¡Señor mío, y Dios mío!”
— Juan 20:28
“Porque el Padre a nadie juzga, sino que todo el juicio lo dio al Hijo.”
— Juan 5:22
“Jesús le dijo: No me toques, porque aún no he subido a mi Padre; pero ve a mis hermanos y diles: Subo a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios.”
— Juan 20:17
“Si llamó dioses a aquellos a quienes vino la palabra de Dios (la Escritura no puede ser quebrantada).”
— Juan 10:35
“El que nos salvó y nos llamó con llamamiento santo, no conforme a nuestras obras, sino según su propio propósito y gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de los tiempos eternos.”
— 2 Timoteo 1:9
“Porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo.”
— 2 Pedro 1:21
“Prosigo hacia la meta, para obtener el premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.”
— Filipenses 3:14
“Diciendo: Padre, si quieres, pasa de mí esta copa; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.”
— Lucas 22:42
“Después oí la voz del Señor que decía: ¿A quién enviaré, y quién irá por nosotros? Entonces respondí: Heme aquí, envíame a mí.”
— Isaías 6:8
“Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre.”
— 1 Timoteo 2:5
“De quienes son los patriarcas, de los cuales, según la carne, vino Cristo, el cual es Dios sobre todas las cosas, bendito por los siglos. Amén.”
— Romanos 9:5
“Jesús entonces les dijo: Si vuestro padre fuese Dios, ciertamente me amaríais; porque yo he salido de Dios y he venido; pues no he venido de mí mismo, sino que él me envió.”
— Juan 8:42
“Sabéis que dentro de dos días se celebra la Pascua, y el Hijo del Hombre será entregado para ser crucificado.”
— Mateo 26:2
“A Dios nunca nadie lo ha visto; el unigénito Hijo, que está en el seno del Padre, él lo ha dado a conocer.”
— Juan 1:18
“Respondió Jesús: Mi reino no es de este mundo; si mi reino fuera de este mundo, mis servidores pelearían para que yo no fuera entregado a los judíos; pero mi reino no es de aquí.”
— Juan 18:36
“Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.”
— Juan 8:12
“Se congregaron allí durante un año con la iglesia, y enseñaron a mucha gente. A los discípulos se les llamó cristianos por primera vez en Antioquía.”
— Hechos 11:26
“Un cuerpo y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación.”
— Efesios 4:4
“Oyendo que era Jesús nazareno, comenzó a dar voces, diciendo: ¡Jesús, Hijo de David, ten misericordia de mí!”
— Marcos 10:47
“Respondió Jesús y les dijo: Aunque yo doy testimonio acerca de mí mismo, mi testimonio es verdadero, porque sé de dónde he venido y a dónde voy; pero vosotros no sabéis de dónde vengo ni a dónde voy.”
— Juan 8:14
“Yo dije: Vosotros sois dioses, y todos vosotros hijos del Altísimo.”
— Salmos 82:6
“No puedo yo hacer nada por mí mismo; según oigo, así juzgo, y mi juicio es justo, porque no busco mi voluntad, sino la voluntad del que me envió, del Padre.”
— Juan 5:30
“El que da testimonio de estas cosas dice: Ciertamente vengo en breve. Amén; sí, ven, Señor Jesús.”
— Apocalipsis 22:20
“Yo, Jesús, he enviado a mi ángel para daros testimonio de estas cosas en las iglesias. Yo soy la raíz y el linaje de David, la estrella resplandeciente de la mañana.”
— Apocalipsis 22:16
“También salían demonios de muchos, dando voces y diciendo: Tú eres el Hijo de Dios. Pero él los reprendía y no les permitía hablar, porque sabían que él era el Cristo.”
— Lucas 4:41
“Mientras ellos aún hablaban de estas cosas, Jesús se puso en medio de ellos y les dijo: Paz a vosotros.”
— Lucas 24:36
“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros y os puse para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidáis al Padre en mi nombre, él os lo dé.”
— Juan 15:16
“Fui buscado por los que no preguntaban por mí, fui hallado por los que no me buscaban. Dije a gente que no invocaba mi nombre: Aquí estoy, aquí estoy.”
— Isaías 65:1
“Porque agradó al Padre que en él habitase toda plenitud.”
— Colosenses 1:19
“Pero santificad al Señor Dios en vuestros corazones, y estad siempre preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros.”
— 1 Pedro 3:15
“Aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y verdad.”
— Juan 1:14
“Pues para esto fuisteis llamados; porque también Cristo padeció por nosotros, dejándonos ejemplo, para que sigamos sus pisadas.”
— 1 Pedro 2:21
“El cual, siendo el resplandor de su gloria y la imagen misma de su sustancia, y quien sostiene todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo efectuado la purificación de nuestros pecados por medio de sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas.”
— Hebreos 1:3
“Los que estaban conmigo vieron a la verdad la luz, y se espantaron; pero no entendieron la voz del que hablaba conmigo.”
— Hechos 22:9
“Yo formo la luz y creo las tinieblas, yo hago la paz y creo la adversidad. Yo, Jehová, soy el que hago todas estas cosas.”
— Isaías 45:7
“Jesús mismo, al comenzar su ministerio, era como de treinta años, hijo, según se creía, de José, hijo de Elí.”
— Lucas 3:23
“Alzando los ojos hacia sus discípulos, decía: Bienaventurados vosotros los pobres, porque vuestro es el reino de Dios.”
— Lucas 6:20
“Sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, es decir, a los que conforme a su propósito son llamados.”
— Romanos 8:28
“Yo y el Padre somos uno.”
— Juan 10:30
“Entonces Jesús, mirándolos, dijo: Para los hombres es imposible, pero no para Dios; porque todas las cosas son posibles para Dios.”
— Marcos 10:27
“Jesús le respondió: ¿Vas a poner tu vida por mí? De cierto, de cierto te digo: No cantará el gallo sin que me hayas negado tres veces.”
— Juan 13:38
“Vosotros sois de vuestro padre el diablo y queréis hacer los deseos de vuestro padre. Él ha sido homicida desde el principio y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, habla de su propia naturaleza, porque es mentiroso y el padre de la mentira.”
— Juan 8:44
“Porque si confiesas con tu boca que Jesús es el Señor y crees en tu corazón que Dios le levantó de entre los muertos, serás salvo.”
— Romanos 10:9
“José envió a buscar a su padre Jacob y a toda su parentela, en total setenta y cinco personas.”
— Hechos 7:14
“Miré, y vi en medio del trono y de los cuatro seres vivientes, y en medio de los ancianos, a un Cordero que estaba en pie, como inmolado, que tenía siete cuernos y siete ojos, que son los siete espíritus de Dios enviados por toda la tierra.”
— Apocalipsis 5:6
“Varones israelitas, escuchad estas palabras: Jesús de Nazaret, varón aprobado por Dios entre vosotros con milagros, prodigios y señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mismos sabéis.”
— Hechos 2:22
“Luego dijo a sus discípulos: Por eso os digo: No os afanéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis.”
— Lucas 12:22
“Pero desde ahora el Hijo del Hombre se sentará a la diestra del poder de Dios.”
— Lucas 22:69
“Le ofrecieron vino mezclado con mirra, pero él no lo aceptó.”
— Marcos 15:23
“Porque de tal manera amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.”
— Juan 3:16
“Descendió con ellos y se detuvo en un lugar llano, junto con sus discípulos y una gran multitud de gente de toda Judea, de Jerusalén y de la costa de Tiro y de Sidón, que había venido a oírlo y a ser sanada de sus enfermedades.”
— Lucas 6:17
“¿A aquel a quien el Padre santificó y envió al mundo vosotros decís: ‘Blasfemas’, porque dije: ‘Yo soy Hijo de Dios’?”
— Juan 10:36
“Nadie ha subido al cielo sino el que descendió del cielo, es decir, el Hijo del Hombre, que está en el cielo.”
— Juan 3:13
“Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios, el Señor uno es.”
— Deuteronomio 6:4
“Entendiendo esto, que la ley no es dada para el justo, sino para los transgresores y desobedientes, para los impíos y pecadores, para los irreverentes y profanos, para los parricidas y matricidas, para los homicidas.”
— 1 Timoteo 1:9
“Respondiendo Jesús, le dijo: Vete de mí, Satanás, porque escrito está: Al Señor tu Dios adorarás, a él solo servirás.”
— Lucas 4:8
“Volvió a encenderse la ira de Jehová contra Israel, e incitó a David contra ellos, diciendo: ‘Ve y haz un censo de Israel y de Judá.'”
— 2 Samuel 24:1
“He aquí, yo vengo pronto; retén lo que tienes, para que nadie tome tu corona.”
— Apocalipsis 3:11
“Porque todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo.”
— Romanos 10:13
“Por esto los judíos procuraban aún más matarle, porque no solo quebrantaba el día de reposo, sino que también decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios.”
— Juan 5:18
“Elegidos según la presciencia de Dios Padre en la santificación del Espíritu, para obedecer y ser rociados con la sangre de Jesucristo: Gracia y paz os sean multiplicadas.”
— 1 Pedro 1:2
“En el principio existía el Verbo, y el Verbo estaba con Dios, y el Verbo era Dios.”
— Juan 1:1
“Jesús les dijo: ‘Yo soy el pan de vida; el que viene a mí nunca tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed.'”
— Juan 6:35
“Por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.”
— Romanos 3:23
“Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: ‘Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu’. Y habiendo dicho esto, expiró.”
— Lucas 23:46
“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho.”
— Juan 14:26
“Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado.”
— Juan 17:3
“Habéis oído que yo os he dicho: ‘Voy, y vengo a vosotros’. Si me amarais, os regocijaríais de que voy al Padre, porque el Padre es mayor que yo.”
— Juan 14:28
“Jesús le dijo: ‘Yo soy el camino, la verdad y la vida. Nadie viene al Padre sino por mí.'”
— Juan 14:6
“Este vino a Jesús de noche y le dijo: ‘Rabí, sabemos que has venido de Dios como maestro; porque nadie puede hacer estas señales que tú haces si Dios no está con él.'”
— Juan 3:2
“Pero del Hijo dice: ‘Tu trono, oh Dios, es por los siglos de los siglos; cetro de equidad es el cetro de tu reino.'”
— Hebreos 1:8
“Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: ‘Eli, Eli, ¿lama sabactani?’, que traducido es: ‘Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?'”
— Mateo 27:46
“Le respondieron los judíos: ‘No te apedreamos por buena obra, sino por blasfemia; y porque tú, siendo hombre, te haces Dios.'”
— Juan 10:33
“Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos y la verdad no está en nosotros.”
— 1 Juan 1:8