“Cuando anochecía, se acercaron a él sus discípulos, diciendo: El lugar es desierto, la hora ya pasada; despide a la multitud, para que vayan por las aldeas compren de comer”
— Mateo 14:15
“En esto conocemos que permanecemos en él, él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu”
— 1 Juan 4:13
“Aunque ande en valle de sombra de muerteNo temeré mal alguno, porque tú estarás conmigoTu vara tu cayado me infundirán aliento”
— Salmos 23:4
“Pues Jehová no desamparará a su pueblo, por su grande nombre; porque Jehová ha querido haceros pueblo suyo”
— 1 Samuel 12:22
“Me invocará, yo le responderéCon él estaré yo en la angustiaLo libraré le glorificaré”
— Salmos 91:15
“Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”
— Juan 16:33
“En mi primera defensa ninguno estuvo a mi lado, sino que todos me desampararon; no les sea tomado en cuenta”
— 2 Timoteo 4:16
“Mas buscad primeramente el reino de Dios su justicia, todas estas cosas os serán añadidas”
— Mateo 6:33
“Tú has conocido mi sentarme mi levantarmeHas entendido desde lejos mis pensamientos”
— Salmos 139:2
“Ni lo alto, ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús Señor nuestro”
— Romanos 8:39
“Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración ruego, con acción de gracias”
— Filipenses 4:6
“Aunque mi padre mi madre me dejaranCon todo, Jehová me recogerá”
— Salmos 27:10
“Levantándose muy de mañana, siendo aún muy oscuro, salió se fue a un lugar desierto, allí oraba”
— Marcos 1:35
“Así nosotros, siendo muchos, somos un cuerpo en Cristo, todos miembros los unos de los otros”
— Romanos 12:5
“Alzaré mis ojos a los montes¿De dónde vendrá mi socorro?”
— Salmos 121:1
“Cerca de la hora novena, Jesús clamó a gran voz, diciendo: Elí, Elí, ¿lama sabactani? Esto es: Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado?”
— Mateo 27:46
“¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros?”
— Romanos 8:31
“Despedida la multitud, subió al monte a orar aparte; cuando llegó la noche, estaba allí solo”
— Mateo 14:23
“Él sana a los quebrantados de corazónY venda sus heridas”
— Salmos 147:3
“Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré”
— Hebreos 13:5
“Jehová va delante de ti; él estará contigo, no te dejará, ni te desamparará; no temas ni te intimides”
— Deuteronomio 31:8
“Someteos, pues, a Dios; resistid al diablo, huirá de vosotros”
— Santiago 4:7
“Esperad en él en todo tiempo, oh pueblosDerramad delante de él vuestro corazónDios es nuestro refugio. Selah”
— Salmos 62:8
“Enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo. Amén”
— Mateo 28:20
“Dios hace habitar en familia a los desamparadosSaca a los cautivos a prosperidadMas los rebeldes habitan en tierra seca”
— Salmos 68:6
“Señor, delante de ti están todos mis deseosY mi suspiro no te es oculto”
— Salmos 38:9
“No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros”
— Juan 14:18
“Porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente eterno peso de gloria”
— 2 Corintios 4:17
“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo”
— Juan 14:27
“Mas él se apartaba a lugares desiertos, oraba”
— Lucas 5:16
“Oh Jehová, tú me has examinado conocido”
— Salmos 139:1
“¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, o angustia, o persecución, o hambre, o desnudez, o peligro, o espada?”
— Romanos 8:35
“El hombre que tiene amigos ha de mostrarse amigoY amigo hay más unido que un hermano”
— Proverbios 18:24
“Venid a mí todos los que estáis trabajados cargados, yo os haré descansar”
— Mateo 11:28
“No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí”
— Juan 14:1
“Mira a mi diestra observa, pues no hay quien me quiera conocerNo tengo refugio, ni hay quien cuide de mi vida”
— Salmos 142:4
“Esforzaos cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará”
— Deuteronomio 31:6
“Echando toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros”
— 1 Pedro 5:7
“He aquí, yo estoy a la puerta llamo; si alguno oye mi voz abre la puerta, entraré a él, cenaré con él, él conmigo”
— Apocalipsis 3:20
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar”
— 1 Corintios 10:13
“Se fueron solos en una barca a un lugar desierto”
— Marcos 6:32
“Velo, soyComo el pájaro solitario sobre el tejado”
— Salmos 102:7
“Mírame, ten misericordia de míPorque estoy solo afligido”
— Salmos 25:16
“Sus discípulos le respondieron: ¿De dónde podrá alguien saciar de pan a estos aquí en el desierto?”
— Marcos 8:4
“Llevad mi yugo sobre vosotros, aprended de mí, que soy manso humilde de corazón; hallaréis descanso para vuestras almas”
— Mateo 11:29
“¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí?”
— Salmos 13:1
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”
— Juan 3:16
“Acercaos a Dios, él se acercará a vosotros. Pecadores, limpiad las manos; vosotros los de doble ánimo, purificad vuestros corazones”
— Santiago 4:8
“He aquí la hora viene, ha venido ya, en que seréis esparcidos cada uno por su lado, me dejaréis solo; mas no estoy solo, porque el Padre está conmigo”
— Juan 16:32
“Mi Dios, pues, suplirá todo lo que os falta conforme a sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”
— Filipenses 4:19
“Dios es nuestro amparo fortalezaNuestro pronto auxilio en las tribulaciones”
— Salmos 46:1
“Cercano está Jehová a todos los que le invocanA todos los que le invocan de veras”
— Salmos 145:18
“Oyéndolo Jesús, se apartó de allí en una barca a un lugar desierto apartado; cuando la gente lo oyó, le siguió a pie desde las ciudades”
— Mateo 14:13